Carajillo es la cita obligada para la comunión de sentidos y sabores, combinando a la perfección la tradición y la modernidad. Un auténtico festival para los sentidos donde celebramos el patrimonio gastronómico. Al Carajillo sabe mejor.
El lugar me gusta mucho, sin embargo, esta ocasión el servicio era lento a pesar de haber poca gente en el desayuno, chilaquiles verdes con salsa muy salada. Regresaré esperando se mejore el servicio.